miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Bobierno de Aragón declara la trashumancia Bien de Interés Cultural

El trasiego de ganado entre el Valle del Ebro y el Pirineo queda reconocido como patrimonio inmaterial de Aragón. Durante siglos fue una próspera actividad, hoy casi desaparecida.

ABC / ROBERTO PEREZ 
Desde la Edad Media hasta el siglo XIX, la trashumancia fue una próspera actividad económica en Aragón. El trasiego de ganado desde el Pirineo hasta las tierras del Valle del Ebro (para pasar el invierno) y desde las tierras bajas hasta los valles pirnaicos en primavera (para pasar el verano), movía a decenas de pastores y a miles y miles de cabezas de ganado. Entorno a esta histórica actividad giró un auténtico modo de vida y tradiciones que prácticamente han quedado en la memoria, porque son muy escasos los trashumantes que quedan en Aragón.
La actividad la mantienen un reducidísimo grupo de pastores, después de que en el siglo XX el número de trashumantes descendiera de forma acelerada. Son una auténtica "especie en extinción", unos pocos que aún recorren cada año, con sus ganados, las cabañeras que históricamente seguían los rebaños entre los valles del Pirineo aragonés y las tierras bajas, en el Valle del Ebro. En verano ascendían a la montaña en busca de pastos y temperaturas más frescas; en invierno acudían a las tierras bajas para evitar los rigores de las nieves.
La trashumancia queda como actividad económicamente residual, pero de evidente valor histórico y etnográfico. Y eso es lo que ha llevado al Gobierno aragonés a reconocerla, protegerla como parte del patrimonio cultural de la región y, de esa forma, potenciar su estudio y difusión. Desde esta semana ya es, a todos los efectos, Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de patrimonio inmaterial de Aragón. Una declaración que ha llegado tras meses de tramitación, desde que a principios de año las autoridades autonómicas impulsaran la tramitación del expediente que ha culminado ahora.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Aragón declara la trashumancia Bien de Interés Cultural

El trasiego de ganado entre el Valle del Ebro y el Pirineo queda reconocido como patrimonio inmaterial de Aragón. Durante siglos fue una próspera actividad, hoy casi desaparecida.

Desde la Edad Media hasta el siglo XIX, la trashumancia fue una próspera actividad económica en Aragón. El trasiego de ganado desde el Pirineo hasta las tierras del Valle del Ebro (para pasar el invierno) y desde las tierras bajas hasta los valles pirnaicos en primavera (para pasar el verano), movía a decenas de pastores y a miles y miles de cabezas de ganado. Entorno a esta histórica actividad giró un auténtico modo de vida y tradiciones que prácticamente han quedado en la memoria, porque son muy escasos los trashumantes que quedan en Aragón.
La actividad la mantienen un reducidísimo grupo de pastores, después de que en el siglo XX el número de trashumantes descendiera de forma acelerada. Son una auténtica "especie en extinción", unos pocos que aún recorren cada año, con sus ganados, las cabañeras que históricamente seguían los rebaños entre los valles del Pirineo aragonés y las tierras bajas, en el Valle del Ebro. En verano ascendían a la montaña en busca de pastos y temperaturas más frescas; en invierno acudían a las tierras bajas para evitar los rigores de las nieves.
La trashumancia queda como actividad económicamente residual, pero de evidente valor histórico y etnográfico. Y eso es lo que ha llevado al Gobierno aragonés a reconocerla, protegerla como parte del patrimonio cultural de la región y, de esa forma, potenciar su estudio y difusión. Desde esta semana ya es, a todos los efectos, Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de patrimonio inmaterial de Aragón. Una declaración que ha llegado tras meses de tramitación, desde que a principios de año las autoridades autonómicas impulsaran la tramitación del expediente que ha culminado ahora.