sábado, 24 de julio de 2010

La Hoya de Huesca tiene 700 kilómetros de vías pecuarias o cabañeras

DIARIO DEL ALTO ARAGON.  3-7-2010 Leer el articulo original.
Las vías pecuarias o cabañeras, como se han venido denominando en Aragón, tuvieron una marcada importancia económica y social durante siglos, dadas las características de gran parte del territorio: Pirineo, Prepirineo y Sierras Ibéricas, con elevadas altitudes y extremada climatología. En la Comarca de la Hoya de Huesca se han clasificado un total de 700 kilómetros en relación a estas rutas.
Los orígenes de estos desplazamientos de ganado se remontan a épocas prehistóricas, conservándose restos que prueban que las vías pecuarias fueron los primeros caminos y rutas peninsulares, informaron fuentes del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
Estos desplazamientos fueron impulsados y controlados por asociaciones y organizaciones de ganaderos dedicadas a la protección del pastoreo apoyado en la trashumancia para aprovechar más racionalmente los pastos de puertos o estivales y los invernales de cotas más bajas.
Las vías pecuarias aragonesas más importantes pueden incluirse en tres grupos o sectores: las que enlazan el Pirineo con el valle del Ebro, a ambas orillas del río; las que, desde Gúdar y Maestrazgo, descienden hacia Tortosa y Levante, y las que, desde Albarracín (Montes Universales), discurren hacia La Mancha, dehesas andaluzas y Levante.
Es igualmente importante, por su utilidad actual, la existencia de un número amplio de vías pecuarias, de carácter local, que permiten los desplazamientos cotidianos de corto recorrido con las debidas garantías de seguridad y amparo legal.
Esta extensa red de vías pecuarias aragonesas, con un desarrollo superior a los 12.000 kilómetros y una extensión aproximada de 50.000 hectáreas, ha sufrido desde hace siglos una serie de amenazas, intrusiones, ocupaciones y transformaciones de todo tipo.
Las vías pecuarias de Aragón se clasifican en función de su anchura en cañadas reales, como las vías cuya anchura no excede de los 75 metros; cordeles, cuando su anchura no sobrepase los 37,5 metros; veredas, cuando las vías tienen una anchura no superior a los 20 metros y coladas, cuando las vías pecuarias de carácter consuetudinario, son de anchura variable, menor que las anteriores.
En la Comarca de la Hoya de Huesca existen 700 kilómetros de vías pecuarias o cabañeras que se distribuyen en 303 kilómetros de cañadas reales, 46 kilómetros de cordeles, 162 kilómetros de veredas y 142 kilómetros de coladas. Además, existen otros 50 kilómetros sin clasificar pero con antecedentes documentales.
El origen de estas anchuras procede de la influencia de paso que en la antigüedad tenían los rebaños de ganado.
Así, a los caminos ganaderos de carácter general y de gran recorrido, cañadas reales, se les estimó una influencia de 90 varas castellanas, que equivalen a 75,22 metros. Estas vías no tenían en todo su recorrido esta anchura, sobre todo cuando discurrían cerca de poblaciones o zonas agrícolas. Actualmente, el tránsito de ganados trashumantes ha disminuido considerablemente.
Las vías más utilizadas en la Comunidad son las que, proceden de la provincia de Zaragoza, pasan por la población de Huesca en dirección a los puertos del valle de Tena, Canfranc y Fanlo del Valle de Vio, utilizando las Cañadas Reales de Huesca, indicaron fuentes del Gobierno de Aragón.
TRABAJOS DE CONSERVACIÓN
Desde el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón se realizan trabajos de vigilancia, mantenimiento, señalización y defensa para garantizar la continuidad de dichas vías, tanto para el uso trashumante como para su compatibilidad con las prácticas turísticas o recreativas en el medio natural. El objetivo es proteger estas cabañeras de forma que estén en condiciones para los destinos que se utilicen.
Las labores desempeñadas por los Agentes de Protección de la Naturaleza son fundamentales para el mantenimiento de estas vías, en las que realizan trabajos de desbroce, se da continuidad en tramos perdidos mediante movimientos de tierra, reparación de puentes y muros de piedra antiguos, construcción o reparación de apriscos, señalización y clasificación, puesto que en la provincia de Huesca se ha clasificado el noventa por ciento de los términos municipales.
Una manera de proteger las cabañeras y, al mismo tiempo, hacer compatible su trazado con otras actividades económicas, es la necesidad de solicitar su ocupación mediante la autorización del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). A lo largo de 2009, en la provincia de Huesca se concedieron 32 ocupaciones temporales de vías pecuarias.
GANADERÍA EXTENSIVA
Además, el Departamento de Medio Ambiente cuenta con un plan medioambiental de ganadería extensiva, en el que participan 40 ganaderos de las tres provincias. Se trata de una iniciativa puesta en marcha como medida de prevención de incendios forestales.
Con el desarrollo de este plan, se facilita a los ganaderos el aprovechamiento de determinadas zonas como las áreas destinadas a cortafuegos sin coste económico. Además, se han construido infraestructuras necesarias para el mantenimiento del ganado en esas zonas como abrevaderos, pastores eléctricos y apriscos.
Para facilitar la entrada del ganado, se han realizado trabajos previos de desbroce para favorecer el rebrote de la vegetación herbácea y que, de este modo, puede ser aprovechado por el ganado.

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